El sur remoto de Chile a través de los ojos de un artista japonés

La identidad nacional es un proceso complejo que condensa todos los ángulos de observación. En ese caleidoscopio, la visión que tienen los extranjeros de nuestros lugares más comunes, aporta colores y formas impensadas de nosotros mismos. Con eso en mente, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de la Universidad de Chile inauguró la exhibición Zona Común, que desde el 08 de septiembre y hasta el 11 de noviembre del 2012 reúne artistas chilenos viviendo en el extranjero y a artistas invitados. Entre ellos Shingo Yoshida, un japonés que nos muestra su video del sur de Chile.

Como es habitual en su puesta artística, Shingo viaja a las zonas más remotas de cada país en el mundo y trata de comunicarse con los locales. En Chile, el proyecto era un poco diferente. Llegó a la Isla Grande de Chiloé para hacer conexión con una remota isla mitológica en los canales australes, en la que se supone los habitantes tienen un contacto periódico con alienígenas.

En busca Isla de la Amistad, Shingo llegó a Puerto Gala en Isla Toto. Allá fue recibido por una decena de habitantes que lo acogieron por dos semanas mientras Shingo filmaba su experiencia entre ellos. Su guía y protector en la Isla, un individuo apodado el “Laucha” se encargó de darle lo necesario, incluidas herramientas de comunicación.

“Es extraño. Llegué a Puerto Gala buscando alienígenas, y creo que el alienígena era yo. Un día Laucha me ayudó a conseguir señal de radio desde una antena de televisión que estaba arriba de un árbol. Conseguimos señal china, peruana, pero no chilena. Allá viven un mundo propio y un japonés con una cámara, por cliché que parezca, no es una visita común. No pude dar con la mitológica Isla de la Amistad. Se dice que aparece y desaparece. En el horizonte había algunos montículos de tierra con esas características, que cubiertos de niebla y viento se hacían intermitentes, pero creo que había que mirar más cerca para comunicarse con extraterrestres”.

Ahora caminas por Santiago, en una sociedad que de tanto en tanto vuelca sus problemas a las calles. ¿Cómo tan diferente te sientes entre nosotros?

Entre las muchas diferencias que veo entre Chile y Japón está la capacidad para manifestarse que hay aquí. En Japón no es posible hacer manifestaciones. Si participas de una pierdes tu trabajo, pierdes todo. También me he tenido que hacer más flexible aquí. Aprendí que en Chile para hacer un trabajo, uno primero tiene que establecer relaciones sociales con los otros antes de producir algo. En Japón eso es al revés. El trabajo es trabajo y la amistad amistad, y se viven en estratos diferentes. No es necesario ser amigo de los otros trabajadores la amistad sólo viene después de una relación de trabajo muy larga.

¿Hay cosas comunes que te hagan sentir cómodo en Chile?

Sí, cuando hablas aquí, tienes que sonreír. Es lo mismo en Japón. Tengo limitaciones comunicacionales, entonces he encontrado que esta es la mejor manera de empatizar con la gente.

¿Qué podemos ver de Chile a través de tu trabajo en Puerto Gala?

En el futuro me gustaría hacer mi propia guía de viaje. He viajado a todas partes. Para mi, lo que hice con este video del sur de Chile, es parte de mi guía. Espero que la gente entienda con mi trabajo lo que es el sur de Chile. Esta isla está muy lejos de todo. Me siento como si hubiera estado soñando. Es muy extraño. Y es por eso también que en mi video instalé esta máquina para hacer niebla que transmita la idea del sueño.

¿Cómo te sentiste entre los pobladores de Isla Toto?

Era como un cliché. Ahí va otro japonés con una cámara. Pero al menos los japoneses usamos cámaras discretas, pequeñas. Los europeos usan artefactos más grandes. Cada mañana, “Laucha” me enseñaba alguna palabra. Yo me sentía como un animal doméstico o un bebé que no entiende nada y Laucha necesitaba hablar mucho. Tal vez no tenía otro amigo, entonces necesitaba hablar con este japonés de otro mundo. Repetía todo, cada frase. Entonces me guiaba por la intuición. Al final tenía un pequeño lenguaje con él.

¿Cómo relacionas a Isla Gala con tus experiencias en el resto del mundo?

Cuando estuve en Noruega, en el medio de una montaña con 10 grados bajo cero, me preguntaba por qué la gente decide irse a vivir a lugares como este, en las condiciones más extremas, como en el Amazonas o en Isla Toto. No tengo una respuesta clara, pero si vi que en el Amazonas, a pesar de los insectos, que podían matarte o que eran más fuertes que los humanos en algunos casos, la gente andaba descalza en un paraíso que para ellos era mucho más fácil de dominar que la sociedad y sus grandes ciudades.

¿Cuál es tu próxima parada?

El gobierno japonés me dio un premio nacional que me permitirá viajar todo el próximo año a cualquier parte. Mi trabajo siempre va cambiando, así es que no tengo planes aún.