Las medidas adoptadas por Corea del Sur para controlar el Coronavirus

A pesar de haber sido el primer país en cantidad de infectados con coronavirus, en poco menos de un mes lograron reducir la tasa de mortalidad a 0,8 por ciento. Corea del Sur se ha convertido en un referente en el manejo de esta crisis epidemiológica, no solo por el efectivo despliegue de unidades para la detección temprana, sino también para contener a los contagiados y, sobre todo, aprender de sus propios errores. Más detalles de esta experiencia, en la siguiente nota.

Liderar enmendando errores

China fue el lugar donde se detectaron los primeros contagios masivos de COVID-19, sin embargo, Corea del Sur superó la cantidad de personas con nuevos infectados a finales de febrero de 2020. Solo el día 29 se reportaron 909 casos. Poco más de un mes antes, el 20 de enero se registró el primer caso, de más de siete mil que se sumaron durante dicho período.

Al 24 de marzo 2020 son 111 el total de personas fallecidas por el virus y solo durante febrero se produjeron 65 decesos. El contagio comenzó a aumentar exponencialmente por causa de las actividades realizadas por una comunidad religiosa en Daegu, ciudad donde se encuentra más de tres cuartas partes de los contagiados en todo el país. La agrupación cristiana Shincheonji presente en esa localidad, a pesar de contar con información sobre la peligrosidad del virus, celebró ritos masivos que facilitaron la propagación del virus.

La amplia concurrencia a extensas ceremonias de oración en lugares cerrados habría contribuido a la propagación. Según Raphael Rashid, reportero del New York Times en Seúl en una nota sobre la expansión del COVID-19 en Aesgu, los líderes religiosos de dicha iglesia fueron acusados de prohibir mascarillas y minimizar los riesgos al promover reiteradamente el contacto directo entre los fieles. Según fuentes de la propia iglesia, cuentan con más de 245 mil seguidores.

A este hecho se suma la experiencia reciente con el MERS en 2015, o síndrome respiratorio de Medio Oriente, que produjo una tasa de mortalidad del 20 por ciento. En esa oportunidad, el Ministerio de Salud coreano retuvo información bajo el pretexto de no causar una sensación de angustia y exaltación en la ciudadanía. La consecuencia inmediata de esto fue el colapso de los centros asistenciales y una merma considerable en la capacidad de reacción por parte de las autoridades, además de la gran cantidad de personas fallecidas, la más importante fuera de Medio Oriente.

Medidas para enfrentar el COVID-19

Ante una nueva crisis epidemiológica, el gobierno surcoreano ha optado por ser más proactivo que reactivo. Como primera medida, una agresiva campaña de testeos gratuitos masivos ha permitido diagnosticar la presencia de coronavirus, principalmente en quienes habitan las regiones más críticas. Son más de 20 mil test diarios analizados en conjunto, entre instituciones públicas de salud y cuatro compañías privadas asociadas con el gobierno.

Esto ha sido posible gracias a la creación de una red público-privada de laboratorios desplegada a nivel nacional. Se trata de centros ubicados cerca de hospitales, incluso en lugares apartados, donde además existe la posibilidad de realizar test en cinco minutos. Llamados laboratorios Drive-Through, las personas pueden, desde sus automóviles, ser testeados en 10 minutos sin tener contacto alguno con personal médico u otras personas. Como señala Anthony Kuhn en una publicación en la NPR, los resultados son posteriormente enviados por mensaje de texto.

Si este resultado es positivo, el contagiado debe realizar una cuarentena de 15 días. De tal manera, las autoridades sanitarias y los especialistas pueden planificar las formas de atención y tratamiento del paciente. Además de garantizar la hospitalización solo a aquellos que realmente necesitan de tratamientos intensivos.

A estas medidas se suma el cierre de escuelas y lugares donde habitualmente se aglomeran personas. De esta manera, las clases a distancia y el teletrabajo se han implementado con el fin de restringir el movimiento de las personas.

Lo que muestran las cifras

De ser el país con mayor cantidad de casos a nivel mundial durante febrero, en menos de un mes descendió al octavo lugar. Mientras China e Italia superan los 80 y 60 mil casos respectivamente según cifras de Worldometers, Corea del Sur no asciende de los nueve mil. De estos, 3.166 ha sido recuperado y solo se han registrado siete nuevas muertes.

En comparación con nuestro país donde se han registrado 114 nuevos casos, en Corea del Sur se consignan 64, cifra que contrasta fuertemente con Italia donde los infectados superan los cuatro mil, o en Estados Unidos, donde se detecta la mayor cantidad de nuevos afectados, con más de ocho mil personas.

Valoración desde la realidad chilena

Una opinión sobre las medidas adoptadas en nuestro país y una valoración sobre lo realizado en Corea del Sur, tuvo la diputada Ximena Ossandon, integrante de la Comisión de Salud de la Cámara. En su opinión, es positivo que de a poco se desarrolle una línea de acción que vaya respalda con el conocimiento de especialistas. “Hoy con el fenómeno de las noticias falsas en redes sociales, me parece muy importante, que se haya determinado una sola línea con el discurso del Presidente y luego de la reunión que tuvo con alcaldes, el Colegio Médico y otros expertos. Ahora bien, este problema está lejos de terminarse, esto se soluciona con una estrategia donde incorporemos experiencias de países que han sido relativamente exitosos y la idea, como siempre se ha dicho, es aplanar la curva. Hay muchas personas que se van a contagiar y tenemos que evitar que se colapse el sistema público”, señaló.

En relación al manejo del gobierno surcoreano, la parlamentaria comentó que se ha interiorizado del caso y valora alguna de sus medidas. “He leído sobre el caso en Corea del Sur, sobre las medidas adoptadas para la prevención y he estado en contacto con médicos de la Universidad Católica que van por la misma línea de hacer la mayor cantidad de exámenes posibles, para que en función de las cifras poder ir aislando anticipadamente a los posibles contagiados. El problema que tenemos ante esto es presupuestario y el gobierno lo tiene claro. Necesitamos presupuesto para tener los test, hoy debemos tener más de 150 mil para lograr lo que ha realizado Corea del Sur. Independientemente de esto, pienso que ese es el camino”, agregó.

En relación a la posibilidad de desplegar una red de laboratorios públicos y privados que además de analizar resultados apliquen los test, valoró la posibilidad e hizo un llamado a generar alianzas. “No conozco como es exactamente la cultura de Corea del Sur, pero hoy tenemos que superar nuestras barreras y avanzar todos juntos. Por eso es que todo tipo de alianza debe ser bienvenida y que nadie se reste. (Todavía) tenemos que hacer un trabajo importante con muchos jóvenes que lamentablemente se sienten inmunes frente a esta pandemia y que probablemente podrían estar propagándola. Pienso que en Corea del Sur son un poco más ordenados que nosotros, pero tenemos que tomar conciencia, por eso insisto en que comuniquemos de mejor manera este problema y no lamentar, como le sucede con esos jóvenes italianos llorando por haber contagiado a sus abuelos. No tenemos tiempo para barreras, ni ideológicas, ni religiosas, si por ser del sector privado o del público, hoy todos tenemos el deber de actuar”, sentenció.

Las medidas adoptadas por Corea del Sur para contener el aumento de contagiados responde al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3, que propone “garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades”. Particularmente, la meta 3.d cuyo propósito es reforzar la capacidad de los países en desarrollo en materia de alerta temprana, reducción de riesgos y gestión de los riesgos para la salud nacional y mundial.