Gobierno japonés preocupado por niños adictos al celular

En Japón están muy preocupados por el uso excesivo del teléfono móvil en menores, que lo utilizan varias horas al día, incluso en horas de clases, sin poder ser controlados por padres o profesores, quedando expuestos además a los peligros de Internet. Esta situación ha llevado al Primer Ministro, Yosuo Fukuda, a aprobar esta semana sendas recomendaciones para padres y escuelas sobre el control de uso de celulares, que serán agregadas a la reforma educacional.
 

Aunque los expertos son claros en afirmar que el teléfono celular tiene nulos beneficios para los menores, el fenómeno se está masificando en todo el mundo, y Chile no se queda atrás. Testigo de ello es la psicóloga infantil Patricia Ávalos, quien afirma conocer casos de niños de 5 y 6 años que utilizan libremente celulares. "Esto no tiene justificación alguna, ya que no les produce ningún aporte, pues suelen ocuparlos para jugar cuando se encuentran en una etapa en la que tienen que salir al mundo externo, divertirse con los amigos y no estar centrado en un aparato que te desconecta de lo social", aseguró la especialista, quien agregó además que el uso del teléfono móvil no se justifica sino hasta que los menores cumplen 11 años, que es la etapa en donde comienzan a salir, a participar en actividades extraescolares y donde requieren de la vigilancia y preocupación de sus padres.

Uno de los temas más preocupantes con respecto al uso masivo de celulares en menores es la seguridad. Esto llevó a que las autoridades japonesas solicitaran a las empresas fabricantes de estos aparatos restringir las funciones de los celulares a hablar y uso del GPS u algún otro tipo de rastreador satelital, excluyendo de sus funcionalidades la navegación por Internet y el chat.

Aunque no hay cifras oficiales, en relación al número de celulares que poseen niños chilenos, un buen dato a considerar son los 12 millones de aparatos que circulan en nuestro país. Se puede deducir de este número que un buen puñado le pertenece a menores, que los piden para cumpleaños y navidades, sumado a los que teléfonos usados que "heredan" de sus padres. En Japón, en tanto un tercio de los estudiantes de cuarto grado, educación básica chilena, posee un aparato móvil. Cifras tan sorprendentes como preocupantes.