Brasil y China impulsan su relación con ambicioso plan de acción

Hu Jintao y Lula da Silva, presidentes de China y Brasil, respectivamente, dieron el vamos hace algunos meses al Plan de Acción Conjunta 2010-2014, con miras al fortalecimiento de la asociación estratégica y de la cooperación entre ambos países. Conozca las características de esta alianza y sus posibles implicancias para Chile, en la siguiente nota.

Un escenario inmejorable para una relación en auge

El Plan de Acción Conjunta China-Brasil, que se concretó durante la última visita de Hu Jintao a tierras cariocas, viene a potenciar aún más una asociación estratégica que en 2010 promete dar frutos insospechados. Según estimaciones del Banco Central de Brasil, China terminaría este año como el líder de capital extranjero en el país, totalizando inversiones que llegarían a 12.000 millones de dólares solo en este año, lo que representa un alza del 14.000% con respecto a 2009 (entre 2001 y 2009 China invirtió en Brasil sólo US$215 millones ).

Además, se concreta en un contexto de inversión creciente y de inmejorables relaciones diplomáticas, ya que mientras Hu Jintao se comprometió a mantener el ritmo de crecimiento del comercio bilateral y las inversiones, Lula Da Silva reafirmó la postura brasileña por “una sola China”, acordando de paso promover la cooperación y el diálogo en campos como la energía, la industria alimentaria,  la infraestructura y tecnología espacial y militar.

Lo anterior también se ha cimentado gracias a un fuerte vínculo en instancias multilaterales, incluyendo el Grupo de los 20, la Organización Mundial del Comercio, el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y el Grupo BASIC (Brasil, Sudáfrica, India, China), a lo que se suma el que Brasil sorteara sin mayores sobresaltos la crisis financiera, lo que permitió que China lo viera como un socio conveniente y estable. A eso hay que añadirle el interés estratégico de los chinos por cooperar con Brasil, teniendo en cuenta que estos últimos organizarán el próximo Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de Rio 2016.

En concreto, el Plan de Acción Conjunta 2010-2014 define los objetivos, metas y orientaciones para la cooperación bilateral en los próximos cinco años, a través de siete puntos generales, como son el fortalecer la política sobre cuestiones bilaterales y multilaterales de interés mutuo; ampliar y profundizar las relaciones; mejorar la coordinación de las iniciativas de cooperación; promover el intercambio de experiencias nacionales en ámbitos de interés mutuo y tomar una visión estratégica sobre las relaciones bilaterales, en el mediano y largo plazo, en relación con los avances en el ámbito internacional.

Para concretar este proyecto, Brasil y China crearon el denominado Comité de Alto Nivel, que se reunirá cada dos años para orientar la cooperación bilateral y decidir sobre diversas temática del Plan de Acción Conjunta. El programa en sí está dividido en tres áreas: “política”, “económica y comercial”, y “energía y zona minera”.

Área política: presidentes y ministros comunicados

En el área política, tanto China como Brasil reafirmaron el compromiso del diálogo político, la confianza mutua y acordaron la mantención de un estrecho contacto entre ambos Presidentes a través de visitas y reuniones en instancias internacionales para intercambiar "en profundidad" diversos puntos de vista sobre las relaciones bilaterales y asuntos internacionales y regionales de interés común.

Además, se estipuló que los Ministerios de Relaciones Exteriores fortalecerán su contacto y mejorarán los mecanismos de diálogo y coordinación en todos los niveles y campos. Para ello, ambos ministros tendrán al menos una reunión bilateral cada año y también se pondrán en contacto para conversar sobre cuestiones de interés mutuo, como el control de armas, el cambio climático y  otras temáticas de corte multilateral.

En torno a la labor de los ministerios, la partes se comprometieron a promover el diálogo bilateral en el ámbito de los derechos humanos, un mayor intercambio en ámbitos de legislación y formación diplomática, además de la realización de seminarios y proyectos de investigación. Además se acordó intensificar el diálogo y la cooperación en organizaciones internacionales y mecanismos multilaterales como las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio, el G-20, y entre los países del BRIC.

También se estipula que las dos partes continuarán alentando a sus órganos legislativos para reforzar los lazos y a los principales partidos políticos para intercambiar experiencias. Por último, se fortalecerá la cooperación en el ámbito de la justicia y en los asuntos de la policía, tanto en "la lucha contra el terrorismo internacional", como contra la corrupción, el tráfico de drogas y la delincuencia organizada.

Área económica y comercial: más inversiones y vuelos directos

Uno de los principales aspectos de este ítem guarda relación con promover y apoyar la inversión bilateral por las autoridades competentes y las empresas, en áreas tales como infraestructura, energía, minería, agricultura, bioenergía, industria, energía, y alta tecnología. Además, se incentivará a los organismos de promoción de inversiones y a la ejecución de proyectos de infraestructura, intensificando los intercambios de información sobre planes de desarrollo, y capacitación técnica y de capital humano.

Además, se acordó reabrir las negociaciones sobre el Acuerdo de Ayuda Mutua Aduanera y establecer un Grupo de Trabajo de Inversiones para tener mayor información sobre las que se están realizando y también sobre oportunidades de inversión. También se continuará la cooperación en torno a la aviación, mediante la profundización de la cooperación técnica Brasil-China en Harbin y la promoción del desarrollo de este mercado y se acordó investigar sobre el potencial que tiene fomentar el desarrollo de las relaciones comerciales entre IBSA (India-Brasil-Sudáfrica) y China.

Otro ítem relevante de esta áerea es que se le dará prioridad a los mecanismos de provincias y ciudades hermanadas para fortalecer sus lazos y organizar visitas y exposiciones. En torno al turismo, se buscará fortalecer aún más la comunicación entre las autoridades turísticas, fomentando el intercambio de información sobre reglamentación y estadísticas de la industria, alentando a las empresas nacionales a invertir en el sector turismo de cada país y promover la cooperación en el campo de la educación turística y capacitación del personal.

Especialmente destacable es la promoción de vuelos directos entre Brasil y China. Ambas partes llegaron a la conclusión de potenciar el acuerdo firmado recientemente entre las compañías aéreas chinas y brasileñas, lo que seguramente influirá positivamente en los focos anteriormente mencionados.

Área de energía y minería: una relación que promete

Tanto Brasil como China están de acuerdo en el gran potencial de cooperación e inversión que existe en torno al sector energético y minero. Es por ello que mediante este plan, además de reforzar la comunicación y el intercambio, se buscará promover la aplicación de una serie de importantes proyectos de cooperación de inversión en el sector energético, así como la promoción del comercio del petróleo, fomentando la participación de empresas brasileñas en el desarrollo y producción en China y viceversa, intensificando también la compra de equipos y las inversiones mutuas en la cadena de suministro de gasolina.

En torno al tema energético, que acordó el desarrollo de nuevas fuentes de energía, en particular las renovables (eólica, solar, hidroeléctrica y los biocombustibles y biomasa), así como también en materia de energía nuclear, teniendo como primer paso la organización de un seminario con especialistas de ambos países. También se pondrá énfasis en el desarrollo conjunto del procesamiento de minerales, como el hierro, aluminio, níquel, cobre y carbón y se acordó prorrogar la inversión de China en Brasil en infraestructura para apoyar las exportaciones al gigante asiático, así como agregar valor a la producción y transformación de minerales sobre una base local.

Finalmente, se estipuló que se celebrarán debates temas mineros y energéticos, reuniones y foros de negocios y se identificarán áreas para la creación de agrupaciones que promuevan tecnologías chinas en Brasil y brasileñas en China.

¿Implicancias para Chile?: muchas más oportunidades que riesgos

Para Manfred Wilhelmy, Director Ejecutivo de la Fundación Chilena del Pacífico, el potenciamiento de las relaciones entre Chile y Brasil no es perjudicial para Chile, ya que no compiten en ningún mercado. Sin embargo, afirma que el impacto puede ser positivo, ya que "cada vez nos relacionamos más tanto con Brasil como con China, le vendemos más vino, más cobre y estamos también ante un escenario muy auspicioso para la inversión chilena en la industria forestal brasilera". En este sentido, Wilhelmy abogó por una integracion a nivel sudamericano, o en su defecto entre tres o cuatro países. "Lo que ocurrirá con el corredor bioceánico, entre Brasil, Bolivia y Chile, es un ejemplo, que siendo bien manejado puede tener un enorme beneficio para todos los partícipes".

Por otro lado, para Martín Pérez Le-Fort, director del Centro Asia Pacífico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, asegura que "Brasil es el objetivo más importante de China en Latinoamérica". En este sentido, asegura que el gigante asiático ha llegado a Brasil con muchos recursos, muchas inversiones, y que "Chile debe tratar de atraer esas inversiones, especialmente en infraestructura, que nos permitan participar de este juego". Finalmente, aseguró que "no podemos alterar quienes somos, ni quien es Brasil en este escenario, pero sí debemos jugar bien el juego y crecer lo que más podamos dentro de las limitaciones estructurales que tenemos, sabiendo que Brasil siempre va a ser el preferido".